Te
invitamos a que participes en el juego de las verdades y las mentiras,
para que, desde tu butaca, te cuestiones si todo lo que ves y consumes
es verdadero. Más aún, si todo lo que te rodea, fuera de la pantalla, es
real o está basado en una ficción.
La mañana en que José Luis Sampedro nos recibió fue el primer día de
este proyecto, aunque hacía meses que habíamos empezado a grabar. Aquel
día de conversaciones para repasar los conceptos como realidad, ficción,
libertad… tuvimos la fortuna de escuchar aquella historia suya, la
cometa vuela porque está atada. Aquel día ese hombre al que no
hubiéramos dejado de grabar nunca nos trazó la línea de trabajo. Meses
después vinieron los encuentros con Elías Querejeta, Iciar Bollaín,
Isaki Lacuesta y Elvira Lindo, quien cerró el círculo al señalarnos que:
El ser humano necesita la ficción para vivir.
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Mentiras fue creciendo conforme se cumplían diferentes etapas. Lo que
nació como el making-of de Primer domingo de mayo se
convirtió pronto en una película autónoma, con vida propia, aunque con
todo por hacer. Partimos de las imágenes del cómo se hizo e iniciamos un camino a
la inversa por la senda de la escritura.
Al comenzar
el proyecto nos preguntamos hasta dónde podíamos llegar con la ficción
cuando esta se basa en hechos reales. Y en qué medida la ficción, como
área definida, está contaminada por lo que llamamos realidad. Y nos
pusimos a rodar primero y a escribir más tarde sin saber muy bien dónde
estaban los límites entre ambos campos, si es que existen.